Hola a tod@s. Ayer mismo, buscando información en la red me encontré con esta imagen, un póster creado por Klass Wynee, catedrático de la Escuela de Química de la Universidad de Glasgow, para luchar contra la fobia a todo lo que «suene a químico» en los alimentos. La adaptación al español ha sido realizada por Mauricio Schwarz.
Pasan lo años y seguimos igual, así que debemos tener claro que:
- Lo natural es también químico.
- Son las sustancias químicas lo que hacen que una manzana nos sepa y nos huela a manzana (por poner el ejemplo de la imagen).
- Lo natural no es por sí mismo necesariamente más sano, ni siquiera inocuo en muchos casos.
- Los aditivos pueden tener o no origen natural. Igualmente han de estar siempre presentes en la lista de ingredientes si lo están en el alimento, identificados con un código de tres dígitos precedido de la letra E. Esta letra mayúscula con tan mala fama para algun@s indica que se trata de un aditivo analizado y autorizado por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), lo que yo creo que es sin duda una buena noticia. Sin embargo, algunos fabricantes evitan esa nomenclatura y se deciden por el nombre químico del compuesto, también permitido según lo dispuesto en la Directiva 2000/13/EC. Es decir, tan correcto es que figure en el etiquetado el «E 300» como «ácido ascórbico», es decir, la vitamina C.
La etiqueta «sin colorantes ni conservantes» que vemos de forma tan frecuente en el envase de muchos alimentos no significa que sean más saludables que otros (independientemente de que esos aditivos sean o no naturales) ya que eso depende de su composición nutricional: cantidad de azúcares, grasas, proteínas…
El abuso de la palabra «natural» por parte de la industria también merecería un artículo aparte. Conscientes de esta quimiofobia que parece extenderse como una mancha de aceite ahora resulta que hasta el pan de molde parece brotar en los prados como las flores de primavera. Las estrategias de marketing de las industrias alimentarias lanzan en ocasiones mensajes que inducen al engaño y utilizan la letra pequeña pero, aunque suene contradictorio, para complacer al consumidor y por supuesto tener más éxito en el mercado.
Los consumidores accedemos ahora a mucha cantidad de información, pero no toda de calidad y desde luego muchas veces interesada y sesgada. La preocupación desmesurada que ya viene de lejos por el consumo de aditivos alimentarios no está justificada, lo explica muy bien y además con humor Juan Revenga para el blog «El comidista» y como es imposible que yo me acerque a su nivel adjunto aquí su explicación en cursiva.
¿Es posible ingerir aditivos hasta alcanzar niveles peligrosos?
Para considerar la exposición, la EFSA tiene en cuenta la máxima cantidad que se autoriza usar y supone que se consumen diariamente las mayores porciones posibles de los alimentos que lo contienen. Solo cuando esta exposición permanece por debajo de la Ingesta Diaria Admisible (IDA), considera que el uso propuesto de esas sustancias es seguro. Si se supera la IDA, la Comisión puede decidir restringir su uso o directamente no autorizarlo.
Evidentemente aunque yendo contra todas las reglas del consumo lógico es posible que alguien exceda la IDA para uno o varios aditivos, como posible es que alguien se suicide con una plancha a base de lanzarla hacia arriba y dejarla caer sobre su cabeza varias veces. Pero ni eso es lo normal ni por esa razón, pese a ser posible, están prohibidas las planchas.
También hay que tener en cuenta los posibles casos aislados y excepcionales de susceptibilidad individual, esos en los que lo que para la gran mayoría es aceptable, para una minoría puede no serlo. Al igual que los cacahuetes, los huevos o la leche, que pueden causar reacciones alérgicas en una población susceptible y que, pese a ello, no se prohíben.
Para más información aquí os dejo el link: enlace al artículo completo
En fin, expresiones como “este producto no tiene nada de química” o “es 100% natural” llevan asociadas un matiz peyorativo hacia la química. Y como profesora de análisis químico de los alimentos quería poner mi granito de arena digital para afirmar que todo lo que nos rodea y lo que nos hace seres vivos es química.
Hasta pronto.
Si quieres ver más carteles de este tipo con otros alimentos ( plátano, arándanos, huevo) haz click aquí.
Otra fuente de información: https://jaimeporta.com/2017/01/02/la-moda-quimiofobica-o-el-marketing-en-el-mundo-de-la-alimentacion/